Nuestro enfoque
En ANTAD trabajamos en la atención, prevención y abordaje integral de las adicciones, tanto a sustancias como de tipo comportamental. Nuestro trabajo incluye desde la intervención temprana hasta el tratamiento y la reinserción social. Contamos con un equipo multidisciplinar formado por profesionales de la psicología, la medicina, la farmacia, el trabajo y la educación social además de nuestro equipo administrativo. Acompañamos cada proceso de forma coordinada, adaptándonos a las necesidades de cada persona y ofreciendo un enfoque individualizado.
Ayudamos a las personas a comprender qué lugar ocupa la adicción en su vida, a establecer objetivos realistas de cambio y a fortalecer los recursos necesarios para avanzar. Trabajamos teniendo en cuenta el contexto personal, social y emocional de cada persona, y adaptamos la intervención a lo que necesita en cada momento.
No creemos en recetas únicas ni caminos predefinidos. Cada proceso se construye a medida, teniendo en cuenta el contexto, la historia personal y los recursos disponibles. Nuestro trabajo se basa en el modelo biopsicosocial, que entiende las adicciones como fenómenos complejos en los que intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que se influyen mutuamente.
El equipo está formado por profesionales de la psicología, la medicina, la farmacia, el trabajo y la educación social, monitores, además del equipo administrativo. Colaboramos de forma coordinada, desde nuestras distintas áreas, para ofrecer un acompañamiento continuo, estructurado y adaptado. Más allá de reducir consumos o conductas, nuestro objetivo es generar condiciones que favorezcan la recuperación, la autonomía y la estabilidad.
¿Qué tipo de apoyo ofrecemos?
Cada proceso combina estos apoyos de forma distinta, en función de las necesidades y objetivos de la persona.
¿Para quién es este recurso?
En ANTAD atendemos a personas de diferentes edades, perfiles y situaciones. Nuestro recurso está abierto a cualquier persona que sienta preocupación o malestar relacionado con consumos o conductas potencialmente adictivas. Atendemos personas que ya identifican claramente un problema y buscan apoyo, pero también a quienes no tienen claro qué está pasando, aunque perciban que algo no está funcionando bien en su vida. Además, acompañamos a familias, parejas y redes cercanas que necesiten orientación o simplemente comprender mejor qué ocurre sin miedo a ser juzgadas.
La forma en que una adicción se manifiesta no es igual para todas las personas. Hay muchos factores que influyen: el contexto social y familiar, la historia personal, el momento vital, el entorno y los recursos disponibles. Por eso, en lugar de centrarnos en la sustancia o la conducta en sí, nos centramos en la función que cumple, el impacto que tiene y qué necesita la persona para poder cambiar esa dinámica.
¿Qué entendemos por adicción?
En ANTAD entendemos la adicción como una forma de relación con una sustancia o una conducta que puede acabar interfiriendo en diferentes áreas de la vida de una persona: su salud, su bienestar emocional, sus relaciones, su trabajo, su entorno. No aparece de un día para otro ni tiene una única causa, sino que se va construyendo poco a poco, en función de muchos factores que se cruzan. A veces, esa relación se mantiene durante un tiempo sin grandes consecuencias, pero con el tiempo puede consolidarse y generar dependencia, tolerancia y pérdida de control, haciendo cada vez más difícil parar o poner límites.
Cuando hablamos de adicciones, no nos referimos únicamente al consumo de sustancias. También trabajamos con personas que tienen una relación problemática con ciertas conductas, como el juego, el uso de pantallas, las compras o las relaciones interpersonales. Estas adicciones comportamentales pueden generar tanto malestar como las que implican una sustancia, y merecen el mismo acompañamiento y comprensión.
Cómo acompañamos estos procesos
En ANTAD sabemos que una adicción no es simplemente un acto de voluntad ni una elección individual. Es un fenómeno complejo, resultado de múltiples factores como la historia personal, el contexto social y familiar, las experiencias emocionales, la salud mental y los recursos personales y sociales disponibles.
Acompañar para nosotros no es dirigir, sino caminar al lado de cada persona, ofreciendo escucha activa, comprensión, herramientas prácticas y apoyo constante. Sabemos que cambiar no es sencillo ni lineal: hay avances, recaídas, momentos de claridad y de confusión. Nuestra tarea es estar presentes en cada fase del proceso, facilitando el aprendizaje y ofreciendo seguridad.
Nuestro enfoque no se limita a reducir o eliminar el consumo o la conducta adictiva, sino también a comprender qué función cumple, qué necesidades cubre y cómo podemos encontrar alternativas saludables para cubrir esas mismas necesidades. Buscamos que cada persona pueda construir una vida con sentido, conectada a sus deseos, capacidades y recursos, desde la autonomía y el bienestar integral.
Entendemos que las recaídas pueden formar parte natural del proceso y no las juzgamos como fracasos, sino como oportunidades de aprendizaje y ajuste. Trabajamos para que, frente a estos momentos difíciles, las personas puedan crecer en autoconocimiento, reforzar sus recursos internos y seguir avanzando sin culpa ni estigma.
5 ideas clave
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